29.4.10

Miquel Barceló y FotoPres

Ayer por la tarde fuimos a ver la exposición de Miquel Barceló en el Caixa Forum de Madrid.
Tengo que decir que hasta ayer no conocía mucho sobre el mallorquí: que era pintor, que el Centro Pompidou de París le dedicó una retrospectiva hace algo más de una década y que de su mano y manguera surgió la estalactitada cúpula de una de las salas de la Sede de la ONU, en Ginebra. Nada del otro mundo, vaya.

Me sorprendió ver que precisamente todo ese meloso techado es el fiel reflejo de su obra: grandes lienzos con relieve, pegotes de pintura y esculturas de lo más rocambolescas, como la de Marx, Engels y Lenin. Sólo me guié por los textos que incluye cada sala en la pared y me hice una idea, aunque vaga, del contexto de sus obras, por lo que no supe apreciar del todo a Barceló. Me impactó su oscuridad y el uso de objetos reales (chapas, brochas, un paquete de Ducados...) en sus cuadros, convertidos en curiosos collages.

Que me perdonen los enterados en la materia, pero las, si no recuerdo mal, 7 salas se me quedaron vacías salvo por la sorpresa y lo singular de sus creaciones –véase La Calavera de Pinocho– que me detenían más para admirar la técnica y los colores.

Una grata sorpresa nos llevamos al descubrir que en la 3ª planta se hallaban expuestas las instantáneas de varios fotógrafos sobre temas que están a la orden del día: violencia de género, guerras, inmigración... visiones de nuestra viciada sociedad.
Foto Pres, que es así como se llama la exposición, reúne a los 9 fotógrafos finalistas de este certamen y aunque no seas amante del diafragma y el objetivo, te recomiendo que les dediques una mañana o una tarde. Nos unimos a una guía que te va contextualizando las series, muy maja ella.
Me quedo con las series sobre el alcoholismo en Mongolia (foto) de Mikel Aristegi, la transexualidad en Pakistán (conociendo la ortodoxia de este país, impacta aún más) de Marta Ramoneda, imágenes de la violencia desatada en Kenia a raíz de las elecciones y, por supuesto, el centro de la exposición: la violencia de género en Pakistán no apto para estómagos cobardes.


Te recomiendo que eches un par de horitas en el CaixaForum de Madrid, por que vas a disfrutar.

Más info en su web.

24.4.10

La música negra: el soul y el funk (segunda parte)


¿Te has saltado la primera parte? Play that funky music, pincha.

[...] Precisamente esa es una de las causas por las que el
soul y el funk sean como son, mis dos “variantes” o “estilos” preferidos dentro de cualquier música. El primero no es sino una consecuencia del Rythm & Blues, la mezcla de la crisis y de la incertidumbre económica por la que pasaban los Estados Unidos tras la Segunda Guerra Mundial y que los blancos traducían en pesimismo y en oscuras escalas en Mi menor.

El soul es la desgracia que la raza negra fusionaba con algo innato como es el ritmo y la música. Las persecuciones e injustas trabas sociales a las que estaba sometida la raza negra en Estados Unidos son las verdaderas culpables del nacimiento del soul. A todo eso se le unió ese júbilo y esperanza que les aportaba la religión y que muchas veces se ha podido llegar al fanatismo. Los cantos de gospel colmaban cientos de iglesias todos los domingos, y no sólo en los estados sureños. Y son en estas iglesias donde nacerán las más grandes voces de todos los tiempos.

Tratando de respetar mínimamente la línea cronológica, Ray Charles debería ser nombrado en primer lugar: el padre del soul. Hacia finales de los 50, un tipo ciego desde la infancia y, dicen, culpable de la muerte de su hermano pequeño, inundaba radios y escenarios a los mandos de un piano de cola y con unas más que míticas gafas negras.

Nacía así el soul, que partía del R&B y que remataba con unos giros de voz, cuidados y crecidos entre gruesas mujeres negras, sonrientes curas y cientos de manos alzadas hacia el cielo. “What I’d Say” es, con toda seguridad, el primer tema catalogado como soul, al que le seguirán voces como las de los Isley Brothers o James Brown.

Y si el soul supone la revuelta melódica y sentimental de los negros ante la opresión de los blancos durante los años posteriores a la guerra y hasta bien entrados los años 60, el funk encarna justo lo contrario: ritmo, celebración, energía, movimiento, identidad afroamericana.

En 1965, James Brown tiene un hijo llamado “Papa's got a brand new bag”, que se convertiría en el funky, una mezcla del R&B, el soul y el jazz. Lo presentaba al mundo en el programa de Ed Sullivan, el programa más visto en la televisión norteamericana. Entonces aquello significaba algo grande. Se trataba más bien de un dinosaurio que caminaba, un golpe más fuerte en el “uno”, un tempo fuerte, unos aullidos que transformaban definitivamente el soul en funk. Se prestaba menos atención a la melodía y más al ritmo.

Corrían todavía cantos de protestas y de segregación bajo el título de "Bang, babe, burn" y el funk se convertiría en su estribillo, en el estribillo de la libertad negra. El “Black power” que llamaban, en que el genio de Brown se regodearía con uno de sus éxitos: “Say it loud: i'm black and i'm proud.”

De la bahía de San Francisco surgieron los sucesores de Brown. Sly & the Family Stone fueron un excéntrico grupo, misceláneo e interracial (4 negros, 2 blancos y una mujer), que abría la senda del funk a todas las etnias y que hicieron una de las aportaciones técnicas que representarían a este estilo de música: el “slap” de bajo.


Desde finales de los años 60, muchos artistas se reivindicaron a través del funk, que terminaría convirtiéndose en una fábrica de músicos y grupos, considerada como el mejor negocio negro de toda la historia de los Estados Unidos: la discográfica Motown.

The Temptations fueron el primer grupo funk de la historia con etiqueta y sello comercial. A partir de entonces, artistas como Marvin Gaye, un jovencísimo Stevie Wonder – acompañado del peculiar sonido del sintetizador “Tonto” –, el extravagante y pseudo actor George Clinton y su Parliament o los Jackson Five tomarían el relevo de evolucionar y mantener viva, no sólo la música funky, sino la música negra y su legado. Era una cuestión de principios.

Los artistas.

Mucha gente que ama la música la cuida. Cuida sus listas de reproducción, sus cds para el coche e incluso sus sonidos de alarma del despertador, qué canción quiere empezar a escuchar por la mañana, o en el tren volviendo a casa, o antes de ver a esa persona. Son cosas insignificantes o necedades en un principio, pero que pueden terminar por definir lo que va a ser tu día e incluso cómo vas a afrontarlo. Elegir bien la melodía que te va a arrancar de tu sueño es fundamental.

Hablan de Aretha Franklin como la mejor voz femenina de la historia y si simplemente te detienes a escuchar “Chain of Fools” o la archiconocida “Respect”, darías la razón. Otros muchos atribuyen a Sam Cooke como el cantante más sincero y profundo del soul de todos los tiempos. Que se lo pregunten a sus míticas “A Change is Gonna Come” y "A Wonderful World".

La dulzura y la ternura es terreno de Marvin Gaye, ¿a quién no le sale la risita tonta cuando suenan los primeros segundos de “Let’s Get It On”? El ya fallecido Marvin Gaye resultó ser, además de descubrirle gracias a aquel viejo anuncio de MoviStar con “Ain’t no Mountain High Enough” junto con Tammi Terrel, uno de los primeros artistas negros que empecé a escuchar, y que sirvió de pasarela para sumergirme en Al Green (tema fácilmente reconocible para los amantes de Pulp Fiction), Otis Redding, el mencionado James Brown o en el grupo Martha and the Vandellas.

[Continuará...]

21.4.10

La música negra (introducción)

Antes de comenzar, propongo en ponerle una banda sonora a esta entrada. Algo suave, sencillo y un tanto nostálgico.


Cuando Sam Phillips oyó a Elvis hacer su imitación de los cantantes negros nació el rock and roll.

Cuando los jamaicanos se entusiasmaron por el R&B que oían en las emisoras de Nueva Orleans, se formó el reggae.

Cuando los grandes virtuosos del rock psicodélico se reencontraron con el blues de John Hookery Howlin Wolf, se creó el heavy.

Cuando los visionarios de la vanguardia negra descubrieron y ayudaron a una bailarina blanca que se moría por triunfar surgió Madonna.

Aprovecho mi blog para hablar de una música que me encanta, gusto que puedes compartir o no conmigo, serás bienvenido igual.

Tengo que decir que nunca he sido de música radiada, a pesar de esas épocas oscuras en las que no sabes muy bien por dónde tirar, y mucho menos, ya con el tiempo, de la música comercial radiada. Un invento al que llaman música de masas y que convierte cada canción en un producto. Un trozo de 3 minutos y medio de duración que te acompañará durante algunas semanas en el coche, en noches pachangueras de Huertas y en canales de videoclips de esta nueva escuela. Incluso llegará a tomar forma física y dependiendo de las ambiciones de las discográficas, convertirá a sus “mentores” en mochilas, estuches, carpetas, anuncios en los bollos de desayuno…

Todo adquiere una simpleza y una desidia que consigue maleducar el oído de los oyentes, acostumbrándoles a la canción-para-pasar-el-rato, alejándoles también de la buena música. Por supuesto la buena música puede ser simple, de dos acordes si se entiende mejor así. Pero transmite y es el fruto de un trabajo de un grupo de músicos y de sus vivencias, sentimientos y opiniones. Quizás sea por todo eso por lo que nunca he sido amante de la radio. Al menos de la de ahora, de la de final de siglo. De la que me ha tocado vivir.

Fue gracias a mi padre que, aunque con escueto repertorio, durante tantos y tantos viajes pasaba los cassettes y cd’s de lo que sin duda dibujó mi infancia y muchos de los lugares por donde viajábamos. No es nostalgia, pero sí la música que me ayudó a apreciar más tarde todo lo demás. Pasaban álbumes de Elton John, Elvis, Beatles o los geniales Bee Gees. Meat Loaf y Serrat a veces tenían algún hueco. Muchos y diversos estilos, es evidente.

Será asimismo por todo esto que dé un giro en mi esquema de hablar sobre la música negra y no retratarla como una mecánica serie de acontecimientos y estilos que van apareciendo en la línea del tiempo, sino como música y como el sentimiento que parecen tener innatos los artistas negros.

Al fin y al cabo la música negra, junto con el blues, son los estilos que más se aproximan al origen de la música contemporánea y sobre las cuales se han creado tantas y tantas variantes.

¿Capítulo siguiente? El funk y el soul.

14.4.10

The Pacific al completo


Pinchando aquí podrás acceder a todos los capítulos de The Pacific.

Hubiera preferido disfrutar de la caída del Imperio Japonés en una pantalla de cine, sonido Soundround y puestos a pedir, en 3D.

En cualquier caso, y hasta ahorrar para comprarme la edición especial en DVD, se podrá ir disfrutando de las genialidades de Spielberg.

10.4.10

Viaje a Fez (Marruecos)

Para bien o para mal, Ryanair te acerca a Fez por muy poco dinero. Apenas 25€ nos costó el vuelo, viajando del 28 de febrero al 3 de marzo del 2010. El bien es obvio, pero el mal radica en que esta bellísima ciudad termine perdiendo toda la esencia y la autenticidad de la que oíamos hablar, la que nos tentó a visitarla, y se convierta en destino de moda, con todo lo que esto supone. Además vas a visitar una ciudad muy barata, habiendo pagado 120€ por el avión, el alojamiento, desplazamientos, comida y regalos. No bromeo.

Intentaré no revelar nada que uno no pueda descubrir por sí mismo. Y con esto me refiero al ambiente que se vive dentro de la Medina de Fez, el ambiente del que debes impregnarte. Los olores, los colores, el movimiento y el muchas veces atosigador trato marroquí no se pueden describir con palabras y no es ni mucho menos el objeto de esta mini guía de viajes. Una vez allí, que cada uno saque sus propias conclusiones.
Como último apunte, decir que todo lo que escribo aquí pertenece a la Medina, esto es, está dentro de ella.

IMG_0691

ALOJARSE

Sólo conozco un sitio y es magnífico: Pensión Sekaya. Muy bien situado, bonito, con un buen servicio y muy barato. En el precio viene incluido un decente desayuno con tortas de pita, mermelada, mantequilla, café o té y aceitunas. Si te hace bueno, el desayuno se torna aún más delicioso en la terraza de la pensión, desde la que se puede apreciar gran parte de la Medina.
Si vas a ir con 4 amig@s, te recomiendo que pidas la habitación de arriba del todo, la de la terraza: estaréis solos, tendréis un patio entero para la noche, baño propio y os reducirán aún más el precio. Aquí tienes mi mapa de cómo llegar a Sekaya desde la Bab Boujloud y si quieres contactar con ellos, en su 'página web' encontrarás el teléfono y el mail. Mi recomendación es que llames directamente: hablan francés e inglés, te pedirán tu nombre, el tipo de habitación y las fechas. Nada más, ni señales ni nada, así de básico y confiado es.

EL REGATEO

Condición indispensable para esta ciudad: regatea hasta el límite, ya que ellos siempre van a salir ganando. No vale con conformarse con "estos vasitos de té sólo me cuestan X". El comercio está por todas partes y eso acaba trasladándose al turista, que está constantemente en el punto de mira del pícaro árabe.
Para empezar, que no te timen nada más llegar: del aeropuerto a la Bab Boujloud o puerta azul (una de las principales sino la principal entrada a la Medina) no te pueden cobrar más de 100Dh (unos 9 euros). Ni que decir tiene que el precio hay que fijarlo antes de subirse al Mercedes.
En Fez hay dos tipos de taxi, los Mercedes y los coches rojos o Petits Taxis, que circulan en torno a la Medina.
Nada más bajarte del taxi, tendrás a toda una legión de jóvenes marroquíes que tardarán entre 2 y 3 segundos en ofrecerte hachís y 5 en preguntarte a qué hotel vas para llevarte. Mucho cuidado con esto, más te vale conocerte los caminos (guíate por fuentes, tiendas, etc) para no tener que depender de unos listillos que te llevarán al hotel después de haber dado vueltas y más vueltas para que no te encuentres y que finalmente te pedirán que les des algo por el servicio.

A la hora de acudir a un restaurante siempre hay una carta y unos precios ya estipulados pero amigo, en Fez no hay precio fijo que valga. En la plaza interior de la Bab Boujloud podrás encontrar uno llamado "Restaurant des Jeunes" y por 20Dh o 1,77€ (y no, no me he comido ningún cero) puedes comer dos platos, pan, agua y postre. Para llegar a ese precio tienes que reunir a unos cuantos vigías-promotores de los restaurantes más cercanos para que discutan entre ellos y acaben por hacerte un descuento del 90%.

Como más de uno estará pensando, el regateo también es aplicable al hachís. Si has pensado en probarlo, puedo hablarte únicamente de que existen dos tipos: el que fuman los marroquíes los días laborables y el Doble Zero que por lo visto es más potente.

CONSEJOS CULINARIOS

Lo más cómodo para caminar por la Medina mientras te alimentas es el kebab. Aunque no sean exactamente como los que conocemos en España, pues consiste "únicamente" en un pan de pita, carne y especias, es mucho más grande y placentero. No pagues más de 15Dh por uno. Pero como pasa siempre en Fez y all round the world: si compras más menos pagarás.
Comimos un par de veces en un puesto de kebab que estaba increíble y dirigido por El Tipo Entrañable: un árabe calmado, nada pegajoso y buena persona. Un pedazo de pan, vaya. En este improvisado mapa tienes cómo llegar desde la Pensión Sekaya.

¿Te gusta la naranja? ¿Y la canela también? Entonces debes probar un postre típico que consiste en rodajas de naranja con azúcar y canela molida por encima. Délicieux!

El té de menta con azúcar me dejó un estupendo sabor de boca. Pruébalo alguna vez, no te arrepentirás de no haber elegido el café.

Además del restaurante que he mencionado antes (Restaurant des Jeunes, en la plaza de la Bab Boujloud), hay otro más bonito llamado Abdul el Sarraat, girando a la izquierda desde la plaza. Comimos también por 20Dh el menú pero ya sabes, el precio depende de tus dotes negociadoras.
Enfrente del "des Jeunes" tenéis otro, La Palma. Es más caro, al menos de precio de salida.

Tala'a Kbira

COMPRAS

La calle de Tala'a Kbira (foto arriba) es el corazón del comercio fasí. Encontrarás cientos de tiendas de todo: fruta, verdura, carne, cuero, electrónica, mantas y alfombras…
Siempre te dirán que como en su tienda en ningún sitio. En cuanto a las chilabas, el tontódromo es sin duda los curtidores (querrán llevarte a toda costa. Las comisiones para los "guías" árabes son suculentas) y la calidad que puedes encontrar en la calle es muy pareja sino idéntica.
Los monederitos plegables puede ser un curioso souvenir así como los míticos vasos donde beben su café o té, que puedes pedirle sin problemas a cualquier marroquí con el que te cruces.

¡QUÉ VISTAS!

Un sitio de obligada visita son las ruinas de Merenid, fuera de la Medina. Gozarás de una panorámica espectacular. Un buen momento del día es justo al ponerse el sol: se encienden los altavoces de cada uno de los minaretes y toda la ciudad comienza a ulular rezos y oraciones. Se crea una cacofonía verdaderamente sobrecogedora. Las oraciones de los minaretes tienen unos horarios que podrás verlos colgados en el interior de muchas tiendas.
A la colina donde están situadas las ruinas y tumbas de Merenid puedes ir dando un paseo, no te merece la pena coger un Petit Taxi.

Hay buenas vistas desde dentro de la propia Medina, subiendo a las no pocas casas que visitarás si te llevan a los pozas de cal (los curtidores), donde tintan las pieles (foto).

IMG_1182

MISCELÁNEA

Algo que recordaré siempre de los fasíes son sus expresiones. Les encanta comparar "patata frita" con "barato", véase: "Amigo, eso precio de patata frita. Esto buena calidad, buena piel, amigo." Y como esta hay miles que es mejor que lo descubras por ti mismo.

Muchas tiendas de la calle están llenas de productos españoles. Te toparás con Fairys, Cola Caos y con el resto de la plantilla Nutrexpa.
Te encontrarás además con numerosos jugadores de parchís y burros-Repsol, los auténticos y genuinos transportistas de bombonas de butano.

Harás muchas amistades en Fez. Te reencontrarás con mucha gente y se acordarán de ti. Resulta emocionante cuando al 3er día vas saludando a tus colegas marroquíes; te sientes como en casa. Una de las claves de esta ciudad es esa, pero para eso debes abrirte y querer conocer.

En cuanto al idioma hay un popurrí interesante. Fui con la idea de poder hablar en francés con cualquiera y no es así; en numerosas ocasiones ni te entenderán. El español te servirá perfectamente y también el inglés aunque uno acaba barriendo para casa. ¡Pero qué más da!, los bazares no conocen de barreras lingüísticas. Vuelvo a repetir que sus expresiones son memorables.

Aquí van un par expresiones útiles en modo fonético:
Adiós - Bislamah
Encantado - MSharrrrfín

Bajando desde la Bab Boujloud por Tala'a Kbira podrás encontrar no muy lejos y a mano derecha una terracita con el nombre de "Bob Marley". Es un sitio muy cuco y con un curioso acceso, ya que tienes que subir prácticamente por un agujero. ¡Y es que el dueño tiene un aire a Marley!
___

Pinchando aquí puedes ver algunas de las fotos que hicimos en Fez, incluyendo imágenes de la Pensión Sekaya, Merenid, Bab Boujloud, Tala'a Kbira, los restaurantes... que pueden ayudarte para reconocerlo allí. Fez es muy fotogénico, ¡no dudes en llevarte una buena cámara!

En fin, sacarle todo el jugo a una ciudad significa querer vivir las singularidades que se te van presentando. Aquí te dejo las mías.

Bon voyage, mon ami, tu vas bien jouir.